Uno de los principales problemas que nos encontramos en el momento de apostar por un cambio en la tendencia o estructura de nuestra casa es acertar con la manera de evitar los contrastes de temperatura. Es posible que no lo sepas, pero tienes que evaluar las ventanas para un aislamiento térmico que hay en el mercado. Esto hará que no tengas importantes complicaciones en el momento de incorporarlas.

En un momento donde los cambios de temperatura son constantes, no tienes que olvidarte que debes trabajar para evitar que las frías temperaturas del exterior entren en el interior de tu hogar, al igual que a la inversa, intentar mantener la frescura en verano. Por ello, no descartes un tipo de mobiliario para tu hogar que impedirá que pagues más de lo necesario en tu factura de la luz por las pérdidas de temperatura y el uso constante que existirá en la calefacción de tu hogar para mantener el confort doméstico.

Cambia tus ventanas

Las ventanas viejas o antiguas tienden a realizar importantes desperfectos en la factura de la luz de nuestro hogar. Tanto es así, que no cuentan con la capacidad de aislar térmicamente el interior de nuestras casas. Sin embargo, la industria se ha ido adelantando a todos los acontecimientos y nos ha ofrecido algunas alternativas que permiten que el consumo sea mucho más reducido y se consiga una correcta climatización de la sala.

En ese sentido, una de las grandes apuestas es apostar por un tipo de ventanas para un aislamiento térmico que garanticen la seguridad y confort en el interior de nuestro hogar. Por ello, nos encontramos muchas casas que apuestan por un tipo de material como es el PVC que tiene una gran eficiencia y que permite que haya un bajo consumo.

Por otro lado, este tipo de ventanas eficientes en energía y bajo consumo tiene que evaluar el valor U, más conocido como coeficiente de transmitancia térmica. Este valor se caracteriza por valorar el aislamiento térmico en una ventana, por lo que determina la cantidad de energía que fluye en una hora por una superficie de un 1 metro cuadrado. 

Apuesta por ventanas para un aislamiento térmico

Una de las mejores opciones es que apuestes por un tipo de ventanas que sean estancas, las cuales permitirán evitar los daños ocasionados por humedad y así prevenir la aparición del moho. A continuación os dejamos las mejores alternativas para instalar en tu hogar:

Ventanas de PVC

Si quieres ir a lo seguro, sumérgete en el universo de las ventanas de PVC. Se caracterizan por un aislamiento térmico prácticamente perfecto gracias a una gran composición. Se trata de un material que permite que el calor no se transmita entre el interior y el exterior, permitiendo un 50% de ahorro más que otras ventanas. Eso sí, no es recomendable su uso en espacios muy grandes o abiertos por el deterioro que pueden sufrir con el paso del tiempo.

Ventanas de aluminio

Es una de las opciones más comercializadas y eso se debe a la relación calidad precio, donde la durabilidad está en un primer plano, ofreciendo alternativa de personalización. Como contrapartida, indicar que son menos aislantes térmicas que el PVC, pero tienen una gran resistencia frente el fuego y no necesita cuidados. 

Ventanas de madera

Si tu problema es más acústico que térmico, estas son tu mejor aliado, pero eso sí, olvídate del aislante térmico. Ofrecen una sensación de calidez y confort a tu hogar, aunque deben tener un mantenimiento específico y periódico para que sigan su trascendencia habitual. 

Otros factores

El tipo de cristal que escojas será determinante. Si se compone de un único elemento, es decir, es simple, no aislará térmicamente tu casa, aunque si es doble, no tienes motivo por el que preocuparte. Esto se debe principalmente a que cuentan con una cámara de aire, que cuanto mayor sea el espesor del cristal y la superficie de la cámara, tendrás un aislamiento de mayor grado. 

Piensa que el cierre o apertura de tus ventanas para un aislamiento térmico pueden venir determinado por las características de tu hogar. Por ello, debes evaluar todas las alternativas. Una ventana de un tipo puede quedar muy bien estéticamente y al mismo tiempo ser tu peor enemigo.