Lavar, secar y planchar son oficios necesarios en cualquier hogar. Por ello, debe ser un área ordenada, cómoda y funcional donde se respire frescura por muy pequeño que sea el lugar. Así pues, ¿sabes cómo hacer del lavadero un espacio de clase A?

No siempre le prestamos la atención necesaria a este espacio, pero ya es momento de reformarlo con un giro de 180 grados con estos consejos sencillos para cualquier lavadero.

Determinar el espacio es lo primero en la lista

Uno de los puntos primordiales es determinar cuál va ser el espacio a utilizar como área de lavandería. En algunas oportunidades hay que empezar desde cero, aunque la mayoría de las veces ya se encuentra preestablecido. Aquí, es fundamental que el lugar cuente con una toma de agua para la lavadora y zonas de desagüe.

Hay hogares donde no siempre se cuenta con una zona exclusiva de lavado, por lo que hay que compartirla con otros espacios como el baño. Por ello, organizar y hacer una buena distribución del espacio es clave para que sea una sección funcional.

Armarios o repisas, no deben faltar

Repisas en lavadero

Son elementos necesarios que se utilizan como zonas de almacenaje ya mantener todo en orden. Por ejemplo, sirven para colocar canastas, papel, ropa doblada, artículos de limpieza, etcétera. En este caso, puedes elegir colocar repisas hasta el techo para sacar mayor provecho al lugar y si no cuentas con suficiente espacio, pero no olvides mantener una escalera plegable para poder acceder a ellos con más facilidad.

No olvides la iluminación

En esta estancia la iluminación también es importante para además de ayudar a ver todo claramente, aportar sensación de limpieza, organización y amplitud. Si cuentas con ventanas y deseas colocar cortinas para decorar, asegúrate de alumbrar bien el lugar con lámparas o bombillas. La idea es aprovechar la luz natural.

Ocultar las máquinas de lavado

Esta es una opción que da funcionalidad, facilita la decoración y la estética de la estancia. Gracias a las puertas de armario o puertas de acordeón podemos esconder, desde las máquinas de lavado, hasta la mesa de planchar, bien sea que estén ubicadas en el baño, en la cocina o en su propio espacio de lavado.

Ojo con los muebles

Color de un lavadero

Para estas zonas se necesitan muebles resistentes a la humedad y sobre todo si la zona de lavado queda integrada al baño. Preferiblemente, que los muebles protagónicos de esta estancia lavadora y secadora sean de color blanco, incluso para el color de las paredes, así tendrás un área con aires de limpieza siempre.

Un fregadero tampoco debe quedarse atrás

Un fregadero siempre es de gran utilidad, ya que hay prendas que son bastantes delicadas al ciclo de lavado y secado, o en otros casos están manchadas y requieren ser restregadas. Con esta pila de fregar va ser mucho más cómoda la tarea anterior y toda la familia lo agradecerá.

Espacio para tender, no menos importante

El tendedero es muy importante por si no cuentas con una secadora o para secar las prendas delicadas que no se pueden meter en este aparato. Afortunadamente existen modelos prácticos de tendederos de interior que no ocupan mucho espacio y hasta son plegables. Incluso, si quieres ahorrarte unos cuantos euros en electricidad, esta alternativa es la mejor para ti.

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