En un momento de cambio como es el que se produce en una obra nueva y reformas de un hogar o local, es necesario contar con todos los papeles en regla. Eso no significa únicamente los permisos del ayuntamiento y el plan de trabajo, hay otros que te indican exactamente que se ha hecho y para que se ha hecho. En el caso del certificado final de obra nos encontramos con una documentación primordial en cualquier momento y es que es lo que nos certifica que se ha hecho el trabajo establecido previamente.
Es posible que no lo pidamos, pero es necesario siempre que queramos evitar sanciones administrativas. Se trata de una documentación que ayuda a las autoridades competentes a conocer que las obras que han tenido que firmar la correspondiente autorización han llegado a su final. Con ello, ya notificamos a la administración que hemos hecho el trabajo inicial correctamente y al mismo tiempo indicamos que se ha cumplido los plazos previstos sin ningún tipo de inconveniente.
Son distintas las finalidades de este tipo de documento, pero fundamentalmente sirve para que los clientes y propietarios puedan entrar a vivir en esa estancia. No es de extrañar que muchas personas lo confundan con la cédula de habitabilidad, pero son dos cosas completamente distintas.
Para qué sirve un certificado final de obra
Cuando hablamos del certificado final de obra nos referimos a un documento que acredita la finalización de la misma, por lo que este papel confirma que todo está según lo previsto. Este tipo de documentación indica que cada una de las acciones que se han establecido previamente en la reforma se han cumplimentado correctamente, por lo que no existe ningún cambio.
Este tipo de documentación se relaciona directamente con las obras de edificación de nueva construcción o planta, la ampliación, la modificación, reforma o bien rehabilitación que supongan una alteración en la estructura de los edificios. De este modo, nos encontramos con las obras de carácter mayor, donde inciden las zonas comunes o bien la integridad de la construcción en cuestión.
El Certificado final de obra es la confirmación previa a lo que se conoce como cédula de habitabilidad. Esto supone que el hogar o zona reformada se encuentra en perfectas condiciones para afrontar una nueva etapa. Por ello, nos encontramos con un “papel” que garantiza que el piso está listo para acceder y poder vivir sin generar ningún tipo de conflicto ni poniendo en peligro la integridad de los residentes.
Es posible que no lo sepas, pero sin este documento no podrás tener acceso a lo esencial. De este modo, nos encontramos con la posibilidad de que no nos concedan las escrituras de la casa y a la vez tengamos problemas para acceder a los suministros básicos. Este proyecto tiene que estar firmado por el arquitecto y arquitecto técnico, contando con los planos de la obra, incorporando las modificaciones y las certificaciones.
Cómo solicitarlo
En el momento de solicitar el certificado final de obra, es necesario contar con la reforma completamente finalizada, pero se precisa que se pague la tasa de cada comunidad autónoma, a la vez que se aporta el libro de órdenes o del edificio. No hay que olvidarse que es necesario esté firmado por el directo de la obra y su director de ejecución, que garantizarán que todos los trabajos están correctamente realizados.
Este tipo de documentación, cuenta con una relación de las modificaciones realizadas, siguiendo con la conformidad de la parte contratante y del promotor, siguiendo todos los controles de calidad necesarios. A todo ello, existe una responsabilidad manifiesta de los directores en cada acción que se ha ejecutado sobre la infraestructura.
La documentación tiene que estar entregada en el ayuntamiento o en los servicios relacionados, por lo que tendrán una constancia de cada actuación y los materiales con los que se han realizado. Esto evitará que en un futuro cercano se produzcan contradicciones en relación con las acciones realizadas.