En nuestro hogar nos encontramos con una gran variedad de alternativas y opciones en la estética de cada una de las estancias. Esto a la larga puede provocar algunos problemas en el interior del hogar, llegándonos a alarmar cuando aparecen las temidas grietas en el techo. Esto hará que en algunos casos nos genere un tipo de confrontación en nuestro día a día, llegando a plantearse realizar algún tipo de reformas.
El ser humano siempre que ve algo roto se alarma, se preocupa y se pone en lo peor. Esto hace que en muchos casos nos demos cuenta de que estamos exagerando el problema. Ahora bien, en ocasiones no somos conscientes de la magnitud del mismo y debemos tomar el riesgo necesario para acudir a los especialistas para que lo puedan analizar y reparar en el tiempo preciso.
Tipos de grietas
Actualmente, existen distintos tipos de grietas, pero no debemos preocuparnos antes de tiempo. En algunos casos, la grieta que vemos en cuestión es tan pequeña que únicamente se debe ignorar y prestar atención para evaluar su evolución. Por otro lado, también nos encontramos con algunos casos en los que se deforma la capa de pintura, provocando algunas irregularidades en la capa de esmalte.
Ante esta situación hay que diferenciar dos tipos de situaciones o daños. Las menos alarmantes son las fisuras, que tienen un tamaño inferior de 0,5 centímetros y provocan daño superficial en los materiales que están en paredes o techo. Se suelen producir especialmente por la mala calidad de los mismos, los cambios bruscos de temperatura o bien por el movimiento natural del propio inmueble.
En cambio, tienes que ponerte a trabajar con los mejores profesionales cuando te encuentres grietas que tienen un tamaño superior al centímetro. Se suelen caracterizar por un tipo de daño en los elementos estructurales del edificio y a la vez en la mampostería. El origen de las grietas se deben principalmente en errores en el cálculo de la presión que pueden soportar cada uno de estos elementos y a la vez, genera una gran inestabilidad.
La localización importa
La zona en la que aparezca esta alteración puede provocar un tipo u otro de riesgo. No hay que olvidarse de que no es lo mismo un tipo de grieta que separa dos habitaciones, que puede indicar una tensión elevada, que una que aparece en un muro de carga o pilar, que ya te indica que no soporta el peso de la estructura en cuestión.
En algunos casos, nos encontramos con algunas grietas que están un tanto descoloridas y su motivo se encuentra principalmente en la humedad de la habitación. Para ello, se debe localizar el origen de la filtración. De este modo, se debería rascar la zona, arreglarlo con un poco de masilla o bien un producto de textura aerosol, y volver a repintarlo.
Por otro lado, se pueden producir este tipo de alteración de la estructura en un formato propio de tela de araña. Según se ha podido saber, estos casos se deben especialmente al compuesto de los paneles de yeso diluido, que si es muy espeso puede generar estas imperfecciones. Para solucionarlo, puedes lijar la zona un poco o bien, aplicar una pequeña y fina capa de masilla sobre la misma.
La mayor de las preocupaciones, más allá de los que se encuentran en pilares o muros de carga, se encuentran en los techos arqueados. En este caso debes llamar rápidamente a un ingeniero estructural, que debe analizar la estructura y comprender realmente el origen del problema. Es posible que las vigas no soporten el peso correctamente, por lo que deben de encontrar la mejor manera para evitar daños mayores.