Es posible que no lo sepas, pero uno de los problemas más importantes que existen en el interior y la estructura de tu casa se encuentra en tu techo. Es probable que veas que en ciertas zonas existe una elevada condensación en el techo, algo que a la larga se puede convertir en humedades si no lo cuidas debidamente. Ante esta situación debes estudiar todas las opciones existentes y entre ellas, destaca el análisis previo de la estructura. 

En algunas ocasiones el problema está en la estructura de la misma, y especialmente en el tejado. En él se pueden producir un conjunto de filtraciones que a la larga generará charcos internos. Esto hará que el techo tenga un depósito de condensación del agua que se irá filtrando poco a poco hasta que termine generándose una gotera o humedad al uso.

Principales motivos de la condensación

En muchas ocasiones pensamos que la superficie que protege la fachada, el techo y el tejado es el correcto para que se evite los problemas mayores que se pueden producir en la estructura. Por ello, hay que tener en cuenta que la impermeabilidad que se nos vende en ocasiones no es tanto como nos lo han querido hacer ver. De este modo, se ha originado un problema a gran escala que se encuentra especialmente en las filtraciones de humedades.

En algunos casos nos encontramos con un problema en el que la impermeabilización se ha movido o bien es inadecuada en su estructura. A todo ello, a largo plazo puede que se deteriore y no filtre correctamente, quedándose retenida en puntos concretos. El conflicto reside especialmente en el momento en el que no termina de evaporarse ni de evacuarse al exterior. 

La mayoría de las veces termina originándose porque se forma una balsa de vapor de agua y en la que la falta de ventilación puede hacer que se quede atrapada. Por ello, se debe potenciar que se pueda ventilar correctamente la cubierta y así evitar los posibles problemas que se originen.

La formación de la condensación en muchas ocasiones se debe a que por una presión atmosférica indebida o inadecuada, se llegó a cargar el aire de humedad, moviéndose en sentido ascendente, quedándose el vapor de agua en la zona superior del techo. Ante esta situación, si existe una ventilación insuficiente, la acumulación de vapor seguirá estando presente.

Cómo evitar la condensación en el techo

Cuando nos encontramos con una condensación en la que se producen unos determinados puntos de rocío en el interior de la cubierta, se debe potenciar la ventilación del espacio bajo la cubierta. En caso de que dispongas un aislamiento térmico, puedes instalar una lámina que será la barrera del vapor por la zona caliente del aislamiento.

La conocida humedad por condensación intersticial se produce en el interior de esos elementos de la cubierta. Si aparece, lo mejor es garantizar su ventilación, es decir, fomentar la microventilación en esos elementos que están formando el tejado en sí. La mejor alternativa es una instalación de un tejado microventilado, donde con una cámara de aire ventilada entre la cobertura y la impermeabilización se conseguirá evitar esas situaciones.

Este sistema se caracteriza por un sistema de cubierta en seco y está en todos los edificios, ya sean de obra nueva o bien rehabilitación. Más allá de evitar la condensación en el techo, se consigue reducir el peso del tejado, permitiendo la evacuación de cualquier tipo de filtrado mediante la capa impermeable. Esto hará que se mejore la eficiencia energética, evitando problemas de tensión por dilatación y contracción.

Por otro lado, en el interior del domicilio en cuestión se recomienda que estemos incorporando un nuevo producto. Para ello, pintarán con pinturas transpirables en baño y cocina. Se trata de dos zonas donde se producen algunos problemas de humedades, por lo que se consigue que no se produzcan condensaciones ni goteras.